Masajes Polanco: los espacios de masaje que cambiaron las reglas del juego
En Polanco, los masajes ya no se viven en un solo lugar.
Ocurren detrás de puertas discretas, distribuidas por calles como Homero, Masaryk, Newton o Campos Elíseos.
Cada terapeuta de LAX tiene su propio refugio: un entorno íntimo, diseñado con intención, materiales precisos y un estilo que le pertenece.
Algunos evocan la luna. Otros, la quietud de un bosque. Hay uno que parece una casa de té en Kyoto.
No son sucursales ni cabinas clonadas. Son escenarios de bienestar individual, creados a partir de una idea simple pero poderosa: que el lujo también puede sentirse en silencio.
Desde 2017, Polanco ha sido el punto de partida de este concepto.
Nacido de la visión de una regiomontana que entendió que el descanso también puede tener arquitectura, Lax inició aquí su historia antes de evolucionar en 2024 con la llegada de las inversionistas Yin & Yang, del fondo Duality Ventures.
Bajo su dirección, el proyecto amplió su alcance sin perder su esencia: la de un lujo que se vive, no se presume.
La técnica detrás del movimiento
Si los entornos son distintos, la técnica es lo que los une.
La Técnica LAX fue desarrollada para trabajar el cuerpo como una sola línea continua, sin pausas ni fragmentos. Combina elementos del masaje sueco, del tejido profundo, de la reflexología y de otras disciplinas contemporáneas…
Durante 60 minutos exactos, el cuerpo se trabaja en una secuencia fluida, donde la presión, el ritmo y la respiración se sincronizan con la calma.
Las terapeutas están entrenadas para sostener ese ritmo desde el primer contacto hasta el último minuto.
Nada se apresura. Nada se repite.
En Lax, el masaje no es una lista de movimientos: es una coreografía invisible diseñada para que la mente se apague y el cuerpo recuerde cómo respirar.
La luz cae como una respiración lenta.
El aire huele a limpio, pero no dice de dónde viene.
El sonido más fuerte es el del propio corazón.
La importancia de una camilla
Detrás de cada sesión hay un detalle técnico que muchos pasan por alto: la camilla especial LAX, desarrollada en 2020.
No es una camilla cualquiera. Su estructura sostiene sin comprimir; su diseño evita tensiones en cuello y espalda; su superficie distribuye el peso de forma uniforme.
La diferencia se percibe desde los primeros segundos.
No hay incomodidad ni ajustes constantes. Solo un cuerpo que finalmente encuentra su punto de equilibrio.
Es el tipo de innovación que convierte una técnica en una experiencia.
Entornos que respiran distinto
En Polanco, los refugios de Lax son pequeñas obras de diseño sensorial.
Algunos fueron concebidos para sentirse como un bosque después de la lluvia: luz baja, aromas neutros, texturas naturales.
Otros se inspiran en lo lunar: paredes claras, reflejos metálicos, un silencio que parece suspendido en el aire.
Y hay quienes prefieren un estilo oriental: orden visual, superficies de madera, armonía arquitectónica.
Cada entorno tiene su propio carácter, pero todos comparten algo: una atmósfera de privacidad total y una atención que no se negocia. Quien lo ha probado, entiende el valor de la personalización y la discreción.
Con los años, han pasado muchas socias: algunas se han ido, otras se han unido.
Todas, sin excepción, fueron elegidas por su talento y sensibilidad.
En Lax, el tiempo cambia, pero el estándar se mantiene: siempre procurar a las mejores.
Cómo elegir y reservar
Agendar es sencillo y personal. Solo hay que enviar un mensaje por WhatsApp para recibir una liga con las terapeutas disponibles.
Desde ahí, se puede conocer a cada una, descubrir su estilo y elegir con quién reservar directamente.
El proceso es rápido, confidencial y sin intermediarios.
Cada elección es parte de la experiencia: una conexión directa entre quien crea el masaje y quien lo vive.
La parte invisible del lujo
Los masajes en Polanco están disponibles todos los días, de 8 a.m. a 11 p.m.
Cada sesión dura una hora exacta e incluye el uso de sábanas y caretas desechables, además de un aceite sin aroma que respeta la neutralidad del entorno.
A veces, el verdadero lujo es salir sin olores, sin ruido y sin prisa.
Existen dos categorías:
Beyond – $3,500 MXN: entornos con diseño interior profesional, creados por nuestras socias Beyond.
AAA – $2,600 MXN: refugios personales, funcionales y cuidados.
Ambas versiones comparten la misma técnica y atención al detalle.
La diferencia está en el entorno, no en la calidad del toque.
Polanco, entre ritmo y pausa
Polanco es movimiento: autos, vitrinas, arquitectura, restaurantes.
Sin embargo, entre ese ritmo constante también existen lugares donde el tiempo parece moverse más lento.
Lax logró convertir el masaje en algo más que una rutina corporal: en una experiencia arquitectónica, un diseño que se siente, un recordatorio de que la calma también puede ser sofisticada.
En Polanco, cada entorno cuenta su propia historia.
Y aunque todos están dentro de la misma colonia, cada uno logra algo distinto: hacer que una hora se sienta como un día entero.
📱 Agenda tu sesión o solicita videos por WhatsApp.
Porque en Polanco, el descanso también tiene dirección.
Y la calma, nombre propio.